Más allá del diagnóstico: Cómo me mantengo mentalmente fuerte a pesar del GBM

Cuando me diagnosticaron glioblastoma multiforme (GBM), un tipo de cáncer cerebral, el peso del diagnóstico fue como una tormenta abrumadora. No se trata solo de la batalla física que conlleva el cáncer, sino también del desgaste mental, que a veces puede ser aún más difícil. Con el tiempo, he aprendido a sobrellevar los altibajos emocionales de vivir con GBM. Quiero compartir mi experiencia sobre cómo manejo el estrés, mantengo una actitud positiva y encuentro apoyo en mi familia, amigos y comunidad. Estas estrategias me han ayudado a desarrollar resiliencia y a mantener una actitud mental fuerte, a pesar de los desafíos que enfrento.
Manejo del estrés: el poder de la calma
Uno de los aspectos más importantes para mantener la fortaleza mental a través del GBM es controlar el estrés. Admito que no siempre es fácil. A veces me invade la ansiedad por el futuro, pero he descubierto algunas herramientas que me ayudan a mantener la calma y la concentración.
Respiración consciente:
Las técnicas de respiración son una herramienta poderosa para controlar el estrés. La respiración profunda ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático, responsable del descanso y la relajación. Practico respiraciones profundas y lentas cuando siento que la ansiedad aumenta. Simplemente concentrarse en cada inhalación y exhalación durante unos minutos puede brindar una sorprendente sensación de calma.
Meditación y atención plena:
La meditación ha sido una práctica invaluable para mí. Incluso unos minutos sentado en silencio y concentrado en el momento presente pueden ayudarme a aliviar el estrés y recuperar el equilibrio. Ya sea meditación guiada o simplemente sentado en silencio, me ayuda a despejar la mente y a prepararme para afrontar el día que me espera.
Ejercicio y movimiento:
Aunque parezca contradictorio cuando no te sientes bien, el movimiento físico me ha ayudado muchísimo a aliviar el estrés. Ya sea una caminata rápida alrededor de la manzana o una sesión ligera de yoga, mover el cuerpo me ayuda a liberar tensión y a aumentar las endorfinas, lo que mejora mi estado de ánimo y mi mentalidad.
Mantener una actitud positiva: cultivar la esperanza frente a la adversidad
Mantener una actitud positiva tras un diagnóstico de GBM es más fácil decirlo que hacerlo, pero los cambios de mentalidad han sido cruciales para afrontar mi proceso. Así es como abordo la esperanza:
Práctica de gratitud:
Es fácil centrarse en lo que está mal al afrontar un diagnóstico como el GBM, pero he descubierto que practicar la gratitud a diario puede cambiar mi perspectiva por completo. Cada mañana, dedico unos minutos a reflexionar sobre las cosas por las que estoy agradecido: mi salud, mis seres queridos, el apoyo recibido y las pequeñas alegrías que me llegan cada día. Esta sencilla práctica me ayuda a apreciar el presente y alimenta mi determinación para seguir adelante.
Abrazando el poder del 'ahora':
En lugar de preocuparme por lo que pueda pasar mañana, me concentro en el presente. Disfrutar cada momento ayuda a evitar la sensación de agobio. He aprendido que, si bien no puedo controlarlo todo, puedo elegir cómo reaccionar y vivir el aquí y ahora.
Afirmaciones positivas:
Hablarme a mí mismo con positividad ha sido una de las técnicas más útiles para mantener una mentalidad optimista. Decir cosas como "Soy fuerte", "Soy capaz" y "Puedo con esto" refuerza mi confianza en mí mismo. Este simple acto de autoempoderamiento fortalece mi determinación de mantener una actitud positiva, sin importar las circunstancias.
Encontrar apoyo: la fuerza de la familia, los amigos y la comunidad
Nadie debería afrontar un diagnóstico de cáncer solo. Para mí, encontrar fuerza en mis seres queridos ha sido fundamental para mantener mi resiliencia mental.
Familia y amigos:
El apoyo de mi familia y amigos cercanos ha sido crucial. Ya sea escuchándome, ofreciéndome ayuda práctica o simplemente compartiendo risas, mis seres queridos me recuerdan que no estoy sola en este camino. Su amor y cariño me ayudan a mantener los pies en la tierra, sabiendo que tengo personas en las que puedo apoyarme cuando más las necesito.
Grupos de apoyo y comunidades de cáncer:
Conectar con otras personas que enfrentan los mismos desafíos puede ser increíblemente empoderador. Los grupos de apoyo en línea, tanto para el GBM como para el cáncer en general, ofrecen un espacio seguro para compartir experiencias, consejos y ánimo. Formar parte de estas comunidades me ha permitido conectar con otras personas que realmente comprenden por lo que estoy pasando, lo que me ha brindado un sentido de camaradería que me fortalece en los momentos difíciles.
Soporte profesional:
Además de las conexiones personales, el apoyo profesional ha sido clave en mi camino hacia la salud mental. La terapia o el asesoramiento pueden brindar un espacio neutral para hablar sobre miedos, desafíos y dificultades emocionales. Los profesionales de la salud mental me ayudan a superar las dificultades emocionales que conlleva un diagnóstico de cáncer.
Cambios de mentalidad que ayudan a afrontar la vida con GBM
A lo largo de mi experiencia, he descubierto que la mentalidad lo es todo. Cambiar mi perspectiva me ha permitido sentirme más empoderada y capaz de afrontar esta batalla. Aquí les comparto algunos cambios de mentalidad que me han ayudado:
Concéntrese en lo que puedo controlar:
Ante un diagnóstico como el de GBM, es fácil sentirse impotente. Pero he aprendido a centrarme en lo que puedo controlar: mi actitud, mis decisiones diarias y cómo me cuido. Esto me ayuda a recuperar la autonomía y a reducir la sensación de impotencia.
Aceptando apoyo:
Al principio, me costaba aceptar ayuda. Sin embargo, he llegado a comprender que aceptar apoyo es una fortaleza, no una debilidad. Está bien apoyarse en los demás, y hacerlo me hace sentir más conectada y apoyada.
Vivir con propósito:
También he cambiado mi enfoque hacia una vida con propósito. Esto significa dar pasos cada día para vivir con propósito, ya sea en cómo me cuido, cómo conecto con los demás o cómo sigo trabajando para alcanzar mis metas. Vivir con propósito me ayuda a mantener un sentido de propósito, incluso ante la adversidad.
Conclusión
Manejar el estrés, mantener una actitud positiva y buscar apoyo han sido clave para mantenerme mentalmente fuerte durante mi diagnóstico de GBM. No es un camino fácil, pero los cambios de mentalidad, los sistemas de apoyo y las prácticas diarias me ayudan a transitarlo con resiliencia y esperanza. Si estás pasando por una experiencia similar, debes saber que no estás solo. Ve paso a paso y sigue concentrándote en tu fortaleza y en el apoyo de quienes te rodean.
Mantente fuerte. Mantén la esperanza. Y recuerda siempre: tu diagnóstico no te define.
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